Con un segundo trimestre que puede ser el peor del 2023 en materia económica, una inflación descendiendo, pero aún en niveles preocupantes (12.36 por ciento), una tasa de disempeo rondando el 10.5 por ciento a nivel nacional, reformas estructurales (salud, pensiones y laborales) en veremos, tasa de cambio es decir niega a caer por debajo de los 4.000 pesos, tasas de interés elevadas y un constructor de sector muy golpeado, entre otros aspectos, Colombia culminó los primeros seis meses del año.

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Ahora las expectativas se concentran en lo que viene para el segundo semestre, un período clave en materia legislativa y en el que se esperan cambios y decisiones que permiten que el despegue de la economía se suave en medio de la desaceleración local y global, Coinciden analistas y empresarios del país.

En el segundo semestre continuará la recesión en la economíaadvirtieron, pero a pesar de ello, el consenso es que el crecimiento del PIB del país oscilará entre el 1 y el 1,7 por ciento, un poco mejor que lo proyectado al inicio del año.

No será facil lograr esa dinámica, pues sectores de la producción que el año pasado fueron grandes impulsores, como el commerce y la propia industria, este 2023 no tendrán la misma fortaleza y protagonismo.

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A lo anterior también se suma la expectativa que genera las reformas que tramita el Gobierno ante el Congreso, pues lo que se apruebe podría generar un impacto positivo o negativo sobre el futuro del país.

La intensidad con la causa del fenómeno de El Niño, la caída en el consumo y la inversión son otros factores que mantendrán en alerta al país, pues mucho de lo que suceda con estos se reflejará en los indicadores de crecimiento de la economía en esta segunda mitad del año.

Tampoco habrá que perer de vista los factores externos, señalen los analistas consultados, ya que estos pueden jugar a favor o en contra de los resultados, en la medida que puedan afectar el precio del petróleo y en general, los términos de intercambio del país.

La intensidad con la que llega el fenómeno de El Niño, la caída en el consumo y la inversión son otros factores que se mantienen en alerta al país.

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Ricardo MaldonadoRozo. EFE – Archivos EL TIEMPO

Cambio de perspectiva

Si bien el panorama aún luce complejo, existe un sobrio optimismo moderado el desempeño económico para el segundo semestre. The most of who has final del año pasado o comienzos del actual estimaban que la economía crecería en el 2023 por debajo del 1 por ciento hoy cree que lo hará por encima.

Pero es necesario que la inflación descienda, cree la inversión, devuelva la confianza, despeje las reglas del juego y quite la incertidumbre frente a las reformas estructurales y el curso del país.

El Banco Mundial es una de esas organizaciones que ve una perspectiva más moderada en este segundo tiempo. En sus últimos informes de proyecciones globales indicó que Colombia se expandirá apenas un 1.7 por ciento este año.

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No obstante, esa nueva proyección está seis décimas por encima de su pronóstico anterior, que era de 1,1 por ciento para este año. Ya para el 2024 el banco prevé que el país se expanda un 2 por ciento.

Otros pronósticos apuntan tiene un rango similar. Por ejemplo, ahora en Fedesarrollo Se estima una expansión económica del año del 1,5 por ciento, similar a la previsión de Grupo Aval, BGT Pactual, y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), que en noviembre del 2022 apuntaba a un crecimiento del 1,2 por ciento .

Los economistas de BBVA Research fueron otros que aumentaron el crecimiento del PIB de 2023 y ahora creen que será de 1,2 por ciento, 5 décimas por ciento del 0,7 por ciento estimado en marzo de este año.

Pero ¿qué ha llevado a dichas entidades y los económicos a sus pronósticos sobre Colombia para este año, incluso, para el 2024?

Uno de los aspectos que resaltan los consultados tiene que ver con la formada en que ha venido desacelerando la economía, precisamente, lo que hará más suave el aterrizaje.

Pero destacan, además, los intercambios que se irán dando en algunas de las principales variables económicas en este segundo semestreas el empleo, la tasa de cambio, el consumo y, por supuesto, en la inflación.

“Los mjores indicadores de empleo, consumo privado y exportaciones han lelevado a que las proyecciones de crecimiento para este año aumentó”, comentó Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, quien consideró, no obstante, que el desempeño esperado para la economía en 2023 y 2024 estará determinado por una extensión del comportamiento allí observado, la esperada reducción enviada por la inflación, los efectos de la política monetaria restrictiva que se dará por un buen tiempo en el país y el impacto de la desaceleración de los países desarrollados .

Según nuestra opinión, la inflación terminará en un año al cierre de 9.2, fecha muy similar a la proyección de la economía del Grupo Bancolombia, que cambiará el costo de vida al cierre de 2023 en 9 días.

Los analistas de la entidad creen que ese nivel de inflación es posible alcanzarse, en buena medida, para una evolución menos desafiante de los precios de los alimentos y del segmento de bienes. Al otras igual economicas anunció que existe un riesgo mayor respecto al impacto que tendrá el fenómeno de El Niño durante el segundo semestre del año, «lo que podría sesgar elevará el comportamiento de los precios de los alimentos».

Sobre esto, el Banco de la República estará muy atento, pues, como lo dijo este viernes Leonardo Villar, su gerente, del comportamiento que muestre hacia adelante dependerá mucho la inflación para determinar el momento en que se inicie el recorte de la tasa de intervención. Frente a lo cual la pausa en el alza que se tuvo por unanimidad en la sexta reunión del año de la junta es a todas luces una señal positiva, como lo percibieron los analistas y empresarios del país.

Para ellos es claro que no habrá un recorte pronto, pero es probable que este llegue al finalizar el año. «La inflación tendrá que seguir tendiendo a la baja a una velocidad que la terminará el año en un dígito», dijo Munir Jalil, economista jefe para la Región Andina de BTG Pactual.

El experto dice que en este contexto el Banco de la República tendrá una política monetaria contractiva, pero en el último trimestre comenzará a bajar sus tasas de interés.

Las caídas observadas no lograron compensar las fuertes alzas que se han dado desde el año pasado.

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Jeon Heon Kyun. EFE

tasas y dolares

Y mientras la mayoría de analistas consultados por Fedesarrollo esperan que al finalizar el 2023 la tasa del Emisor baje al 12 por ciento, en el BBVA Research le apuestan al 12,5 por ciento, al tiempo que otros analistas menos optimistas, como Felipe Klein, del BNP Paribas para Latinoamérica, considerando que se mantendrá en 13,25 por ciento, nivel actual, para hacer su primer recorte de 50 puntos en el primer trimestre del 2024.

“Creemos que la política monetaria deberá ser paciente y estabilizarse en terreno contractivo por más tiempo que lo que espera el consenso (del mercado). En particular, considere que el fenómeno del niño interruptirá el descenso de las expectativas de inflación hacia el final del año”, dijo.

Respecto a la tasa de cambio, tan bien en las últimas semanas su valor ha logrado alejarse de los 5,000 pesos, todavía las caídas observadas no lograron compensar las fuertes alzas que se han dado desde el año pasado.

La tasa oficial para este puente festivo y el martes de la semana siguiente está en 4.177,58 pesos, pero hay quienes advirtieron que a medida que avance el semestre, el dólar volverá a fortalecerse.

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, tiene una tasa de cambio sobre los 4,225 pesos al finalizar este 2023, otros analistas menos optimistas creen que terminará en 4,600 pesos ou incluso muy cerca de los 4,800 pesos.

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