Donna Kelce, madre del ala cerrada de los Kansas City Chiefs, Travis Kelce, y del centro de los Philadelphia Eagles, Jason Kelce, sabía que el Super Bowl LVII iba a ser difícil de ver. Mientras vitoreaba cada vez que alguien tenía el balón porque ambos jugaban en ataque, sabía que uno de sus hijos fallaría mientras que el otro celebraba la victoria.
Gracias a algunos micrófonos calientes durante la victoria de los Chiefs 38-35 en el State Farm Stadium, pudimos escuchar cómo reaccionó Donna una vez que golpeó el césped con confeti rojo y amarillo cayendo de las vigas.
Como tal, su hijo menor, Travis, fue el primero que encontró.
«¡Mamá!» Travis gritó mientras abrazaba a su madre con fuerza.
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«Estoy tan feliz por ti», le dijo al oído.
«Ahh, te amo mamá», respondió Travis. «¿Y esto? Tuviste la semana de tu vida, yo tuve el año de mi vida».
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Luego, llegó el momento de reunirse con Jason, quien ya había besado a su hermano a pesar de haber perdido contra él en el partido. La interacción no fue más que deportividad y amor fraternal, ya que ambos dijeron lo orgullosos que estaban el uno del otro.
«Te amo. Buen trabajo. Fue muy divertido verte toda la semana», dijo Donna con voz ahogada. Se notaba que Jason también se estaba ahogando un poco, mientras besaba a su madre en la mejilla.
«Ve a celebrar con Trav», dijo Jason Kelce mientras se alejaba.
Las emociones han estado al rojo vivo durante toda la semana para Donna, quien ha estado involucrada desde la noche de apertura el lunes pasado. Sorprendió a sus hijos mientras respondían preguntas, y no era la primera vez que tenía un micrófono frente a ella.
Ser la primera madre en tener dos hijos jugando en el mismo Super Bowl la convirtió en un tema candente.
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Como dijo Travis, ha sido una buena semana para su madre. Pero, ahora que todo ha terminado, esos tiempos nunca serán olvidados para los Kelce.