El presidente de Senegal, Macky Sall, ha convocado las elecciones presidenciales para el próximo 24 de marzo, según ha informado este miércoles al Consejo de Ministros. De esta manera concluye el inédito culebrón político que ha vivido el país en el último mes, tras la suspensión de los comicios, que estaban previstos para el 25 de febrero. Esta decisión se ha producido horas después de que el Tribunal Constitucional instara de nuevo al presidente Sall a convocar las elecciones antes de la expiración de su mandato, el 2 de abril. Asimismo, el alto tribunal ha establecido que los candidatos serán los 19 que fueron aprobados el 20 de enero.

El anuncio de la fecha electoral ha sido acogido con una enorme sensación de alivio por muchos senegaleses, que veían cómo se acercaba el fin de la presidencia de Sall y las elecciones no se convocaban. Los comicios fueron suspendidos el 3 de febrero por el presidente, que justificó su decisión por la existencia de un conflicto entre el Parlamento y el Tribunal Constitucional relativo a la proclamación de las candidaturas. Sin embargo, la alta corte de justicia anuló la decisión presidencial y le instó a convocar los comicios antes del 2 de abril.

Ello provocó que Sall iniciara un diálogo con miembros de la clase política y actores de la sociedad civil, que propusieron el 2 de junio como posible cita con las urnas. Este miércoles, el Constitucional se ha pronunciado por segunda vez para recordar al presidente que su decisión era irrevocable y que las elecciones no se podían celebrar después del 2 de abril. Ello supone que en la lista final de 19 candidatos no estarán ni el líder opositor Ousmane Sonko, encarcelado desde julio, ni Karim Wade, lider del Partido Democrático Senegalés (PDS).

Todo ello configura un paisaje político que conduce a unas de las elecciones más abiertas e inciertas de la historia de Senegal, con dos aspirantes que concentran todas las miradas. Por un lado, Amadou Ba, hasta este miércoles primer ministro y candidato de la mayoría presidencial designado por el propio Sall. Su falta de carisma y su escaso tirón electoral están en el origen de la crisis. Por otro lado, Bassirou Diomaye Faye, brazo derecho de Sonko y, por tanto, aspirante que cuenta con un gran apoyo popular, sobre todo entre los jóvenes.

Por otra parte, Sall ha disuelto este miércoles a su Gobierno y nombrado como nuevo primer ministro al hasta ahora titular de Interior, Sidiki Kaba, con el claro objetivo de que asuma en persona y con todo el poder en sus manos la organización de las elecciones en un tiempo récord de poco más de dos semanas. Asimismo, el Parlamento senegalés ha aprobado un proyecto de ley de amnistía general relativa a los hechos ocurridos durante las protestas callejeras que tuvieron lugar entre el 1 de febrero de 2021 y el 25 de febrero de 2024. En dichas manifestaciones fallecieron unas 60 personas ―la mayoría por heridas de bala y fruto de la violenta represión policial― y cientos de personas resultaron heridas. Este proyecto de ley, que permitirá la liberación de cientos de detenidos y condenados, ha sido muy criticado por parte de la oposición, que considera que estas muertes podrían quedar impunes.

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