Un terremoto de magnitud 7,6 ha sacudido este lunes el centro y oeste de Japón, lo que ha obligado a activar una alerta de tsunami e incendios a lo largo de gran parte de la costa occidental del país, según informa la radiotelevisión pública (NHK). En un inicio, la agencia meteorológica japonesa decretó el mayor nivel de alerta por tsunami desde el desastre de 2011 que provocó el accidente nuclear de Fukushima. Pasadas las 20.30 (12.30 hora peninsular española) las autoridades han rebajado las alarmas de “alerta importante de tsunami” a “alerta de tsunami”. Entrada la madrugada del martes en Japón, las autoridades redujeron un escalón más la advertencia a “aviso de tsunami (con olas de hasta un metro)”.

Al menos tres personas han muerto y medio centenar se encuentran heridas, según recogen medios locales. La cadena de televisión NTV ha informado de que un anciano falleció después de que colapsara su vivienda en la localidad de Shika, en la isla de Honshu, la mayor de Japón, y, pasada la medianoche (hora local), la policía comunicó que dos personas han muerto en la ciudad de Nanao (prefectura de Ishikawa, donde se ha registrado el epicentro del temblor), adelanta la agencia de noticias Kyodo.

El temblor de este lunes golpeó en torno a las 16.00 (hora local) la península de Noto, en el oeste de la isla de Honshu, pero la agencia nacional de noticias, Kyodo, indica que se ha sentido desde la prefectura nororiental de Aomori hasta la región suroccidental de Kyushu. Más de 51.000 personas de cinco prefecturas fueron instadas a evacuar sus casas ante la previsión de que se alcanzaran olas de hasta cinco metros. Al menos 60 réplicas del terremoto se han producido en menos de 12 horas. El Gobierno ha informado de que seis personas se encuentran sepultadas bajo los escombros, pero siguen con vida, comunica la agencia Kyodo.

La Autoridad de Regulación Nuclear nipona asegura que no se han detectado problemas en los reactores de la central nuclear de Shika y agrega que no hay riesgo de fuga radioactiva de las centrales en las zonas afectadas por el terremoto, según informó NHK.

La alerta de tsunami instó a la población a abandonar rápidamente las zonas costeras de las prefecturas de Ishikawa, Niigata, Toyama y Yamagata. Olas de más de 1,2 metros alcanzaron el puerto de Wajima (Ishikawa) alrededor de las 16:21 (08:21, hora peninsular española), según NHK. La planta nuclear Hokuriku Electric Power (ubicada en Toyama) ha informado de que más de 36.000 hogares están sufriendo cortes de electricidad.

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El primer ministro, Fumio Kishida, ha pedido en un discurso emitido por la cadena NHK “permanecer alerta ante la posibilidad de nuevos seísmos”. También ha instado a los habitantes de las zonas “donde se esperan tsunamis” a que desalojen el lugar “cuanto antes”.

El Gobierno de la prefectura de Ishikawa y los servicios de emergencia locales han comunicado que muchas casas se han derrumbado y alrededor de 32.500 hogares sufren cortes de electricidad. Los servicios ferroviarios han sido suspendidos en la región, mientras que los operadores de telecomunicaciones Softbank y KDDI han comunicado a través de sus páginas web que se están produciendo interrupciones en los servicios telefónicos y de internet en Ishikawa y Niigata. El terremoto también ha dañado carreteras y autopistas y ha obligado a detener momentáneamente la circulación de varias líneas de tren de alta velocidad.

Rusia también emite alerta de tsunami

En Rusia, el Gobierno también ha emitido una alerta de tsunami en las ciudades de Vladivostok y Najodka. El Ministerio de Situaciones de Emergencia ha informado de que parte de la costa occidental de la isla rusa de Sajalín (ubicada al norte de Japón) también corre riesgo de sufrir un tsunami. La agencia de noticias rusa TASS ha agregado que parte de la población local ha sido evacuada.

El 11 de marzo de 2011, un seísmo de magnitud 9,1 provocó un gigantesco tsunami que devastó el norte del archipiélago nipón. El potente temblor al noreste de Tokio, el más grande desde que Japón comenzó a registrar datos hace más de 150 años, produjo olas de hasta nueve metros de altura que arrasaron la costa nororiental del país y dañaron varios reactores nucleares en la región, entre ellos la planta de Fukushima Daiichi, que desencadenó un gran accidente del que la zona no se ha recuperado aún. Aquel triple desastre costó la vida a cerca de 20.000 personas.

La central nuclear Daiichi, en proceso de desmantelamiento, comenzó a verter sus aguas al océano este verano, una iniciativa que, a pesar de contar con el respaldo del Organismo Internacional de Energía Atómica, ha generado una fuerte oposición entre los residentes locales y algunos países vecinos, especialmente China.

Un policía patrulla una playa en Gangneung, provincia de Gangwon (Corea del Sur), este lunes. YONHAP (EFE)

Por su parte, el Ministerio del Interior de Corea del Sur ha informado de que las autoridades de la provincia de Gangwon, en la costa oriental del país, han enviado mensajes de alerta en los que se insta a la población a mantenerse alejada de la costa y a desplazarse hacia los refugios, ante la posibilidad de que las olas del tsunami alcancen la región.

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